Beijing 2008. Héroes humanos, Marcas divinas.

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Necesitamos héroes. Siempre los hemos necesitado, ahora quizás más que nunca. Héroes, símbolos, iconos, referentes. Necesitamos la grandeza y la gloria con que las gestas deportivas engrandecen las dimensiones del ser humano.

Beijing 2008, como cada 4 años sucede con los Juegos Olímpicos, nos ha proporcionado un festín de heroínas y héroes. Hemos contenido la respiración mientras Usain Bolt dinamitaba, con su vuelo rasante sobre el tartán, el récord mundial de los 200 metros lisos; hemos acompañado, con brazadas imaginarias, a Michael Phelps en sus 7 récords mundiales, en sus 8 medallas de oro; hemos volado con la pértiga de Yelena Isinbayeva por encima del listón situado a 5,05; hemos gritado “Vamos” con Rafa Nadal en su gold metal point. Seguramente hemos llorado con Liu Xiang, sintiendo también nosotros el dolor que impedía al icono chino revalidar su gesta atlética en Atenas 2004; hemos sentido la decepción de las jamaicanas en su estrepitoso relevo de los 4×100. Durante algo más de dos semanas, los Juegos Olímpicos han agigantado las grandezas y las flaquezas del ser humano. Deporte, esfuerzo, superación, sacrificio y gloria.

Ahora el corazón late de nuevo a su cadencia habitual, y los héroes y heroínas surgidos en los excepcionales escenarios de Pekín se preparan para alabar las virtudes de las Marcas con suficiente talonario para pagar a los mitos modernos.

Michael Johnson calzaba unas Nike doradas cuando estableció su record de 19,32 en los 200 metros en Atalanta’96, Usain Bolt rebajó el récord en 2 décimas en Beijing’08 con los pies envueltos en unas Puma. Mientras tanto, el héroe olímpico chino Li Ning ha vestido con su marca de ropa deportiva a un buen número de delegaciones, aupándose así en el ranking marquista de Occidente. Sin embargo, no son las Marcas deportivas las únicas que compiten en el patrocinio de los héroes. VISA, American Express, Lenovo, Coca Cola, Kodak, McDonalds, General Electric, China Mobile… la lista sería muy larga y variada, Beijing 2008 ha contado con casi 70 patrocinadores, sponsors y Marcas que han asociado su imagen y su logo al olimpismo de una u otra manera.

Y la pregunta es, ¿por qué ese interés gigantesco y esas astronómicas cantidades invertidas en patrocinar los eventos deportivos y a las estrellas del deporte? Puede haber tantas respuestas como Marcas, desde luego, pero, en esencia, el motivo es solamente uno: necesitamos héroes.

Atrás quedan las Olimpiadas de la Grecia Clásica con sus Dioses, Semidioses y Héroes. Lejos también el esplendor de la cultura Maya, donde los partidos de pelota eran enfrentamientos que sustituían a las guerras, a las disputas tribales y a los conflictos sociales. Lejos, muy lejos quedan los referentes culturales de los momentos históricos en que los héroes podían ser intelectuales, revolucionarios, dramaturgos, poetas, comediantes, trovadores, ideólogos, políticos, deportistas, guerreros, inventores, científicos o pensadores. Hoy sólo nos quedan el Deporte y los Negocios. Y como solamente nos queda eso, y el mundo de los Negocios cuenta con sus propios altares para alzar y defenestrar a sus divinidades, son los deportistas los que nos recuerdan que somos capaces de ir más allá de nuestras humanas limitaciones.

Esa es la esencia. Suena poético, lo sabemos, a lo mejor porque estamos aún poseídos por el hechizo de la antorcha de Beijing. Pero esa es la esencia. Lo demás está todo escrito en los manuales de patrocinio, en los tratados de branding, en los libros sobre la reputación corporativa, la imagen y los valores de Marca y Producto, y en miles de blogs, artículos y estudios. Tenemos también el pequeño detalle de que China representa un Mercado de 1.300 millones de almas a las que las Marcas desean seducir con su evangelio pagano. Al Olimpo de los tiempos Modernos se asciende por la escalera del Marketing.

One world. One dream.

Un mundo. Un sueño. Bonito slogan, más utopía que deseo, pero hermoso en cualquier caso. Decíamos que nos quedan para soñar el Deporte y los Negocios, y seguramente parece que nos olvidamos de la Política. No, ya la hemos mencionado, ya saben, “Negocios”. Como tampoco nos olvidamos de la Religión, también la hemos citado, efectivamente, “Negocios”. Deportes y Negocios, ni más ni menos.

Lenovo, Beijing Edition

Algo más de 6.000 millones de Dólares es lo que estima Zenith Optimedia (central de medios del Grupo Publicis) que han desembolsado las Marcas en patrocinios relacionados con Beijing 2008; el pedazo más grande de la tarta del sponsoring previsto para 2008 que, según GrupoM (que reúne a las centrales de Medios del conglomerado publicitario WPP), ascenderá a casi 44.000 millones de Dólares.

En segundo lugar se situaría la inversión “patrocinadora” en otro gran evento, la carrera electoral por la presidencia de los EE.UU., donde las “Marcas” invertirán alrededor de 2.000 millones de Dólares. Y la medalla de bronce del patrocinio de este año queda para la Eurocopa de Fútbol, donde los sponsors se dejaron unos 1.000 millones de Dólares.

Según los expertos, las inversiones en patrocinio y sponsoring, deportivo fundamentalmente, crecerán casi un 50% en los próximos 4 años, si eso es así en Londres 2012 rondaremos los 12.000 millones de Dólares. Lo que decíamos, Deporte y Negocios.

Necesitamos héroes. Se llamen Michael Phelps, Usain Bolt, Rafa Nadal, Pau Gasol o Barak Obama. Héroes que nos iluminen y nos muestren hasta donde somos capaces de llegar. Héroes, personajes, símbolos que recuerden a nuestra frágil y veleidosa memoria que todos llevamos algo heroico, noble y admirable en nuestro interior. Memoria frágil, sí, pero por suerte cada 4 años volvemos a tener una nueva cosecha de héroes olímpicos. Cada 4 años hay Eurocopa. Y cada 4 años, qué curioso, también hay elecciones y se renueva, o no, el imaginario político.

¿Devoramos héroes, líderes y estandartes cada 4 años? Posiblemente los devoramos antes. Los olvidamos con rapidez y los convertimos en algo cotidiano o bien, por circunstancias dramáticas, nos los arrebatan como símbolos y los resucitamos como mitos, como leyendas ya inmortales. El sponsoring de los héroes está en auge, el de las leyendas también. Son dos tipos de patrocinio diferentes, requieren distintas estrategias y están enfocados a distintos objetivos. No todas las Marcas son aptas para ambos tipos de patrocinio, la idoneidad depende de muchos factores, entre ellos influye si se tiene una visión cortoplacista o se es ya una Marca consolidada y se juzga más adecuado invertir a muy largo plazo. Pero, bueno, todo esto es otra historia y requiere ser contada en otra ocasión.

Barak Obama

Barak Obama

John McCain

John McCain

En fin, puede que Barak Obama se convierta en el primer presidente afroamericano de los Estados Unidos de América, un presidente negro y demócrata. Puede que sea John Sidney McCain III el próximo presidente, un presidente blanco y republicano. El primero encaja más y mejor en nuestro arquetipo del héroe, de la figura diferente, del símbolo del cambio y de la esperanza. El segundo es la opción más práctica, la apuesta más segura, el personaje exento de glamour, carisma y magnetismo. Necesitamos héroes, pero es probable que nos gusten más en lo alto de un podio que tras la mesa del Despacho Oval. Eso sí, la oportunidad se repite democráticamente cada 4 años.

Mientras tanto, gracias al esfuerzo sobrehumano de Phelps, Mengual, Isinbayeva, Bolt, Nadal y muchos otros, todos somos un poco héroes también.